La pintura no es real, es una combinación de pigmentos que rechazan el color que estás viendo. O al revés, no recuerdo la teoría. Ese arco del triunfo bocetado en la pared no está ahí. Las rosas son tela plastificada que una máquina cortó y unió para decorar la mesilla que incluye el libro, un bote de crema, un portalápices lleno de postis y etiquetas que alguien recortó de un abrigo nuevo. Gafas, cajas de rafia que guardan Dios sabe qué ¿Cómo es que metes tantas cosas en un espacio tan pequeño? Todo para realizar el mismo acto que la pintura en la pared. El acto de simular que ese puesto de trabajo es para trabajar a gusto.